La reciente decisión de la administración de Joe Biden de cerrar la frontera sur a la migración irregular de venezolanos el pasado miércoles tiene una intención política, ante las venideras elecciones de mitad de mandato presidencial que serán disputadas el próximo 8 de noviembre. Busca cambiar la narrativa de los republicanos en cuanto a los riesgos de tener una “frontera abierta” y una mala gestión del sistema de asilo, que alimenta la violencia y el caos en la frontera.
Los últimos sondeos de opinión pública se inclinan más por los republicanos (GOP, Gran Partido Viejo) para ser mayoría en el Congreso de Estados Unidos. De agosto a septiembre, los demócratas perdieron 6 puntos en la preferencia para controlar el Poder Legislativo, según la encuesta de Monmouth University de septiembre 21-25.
Los distritos competitivos darían una mayoría al GOP en la Cámara de Representantes.
Por ejemplo, en la frontera con México, en Texas, los republicanos van detrás del voto hispano donde por años se dio por descontada una victoria demócrata. Confían en su estrategia de presentar a la frontera como una extensión de 1.900 kilómetros donde abundan los peligros y el caos como consecuencia del ingreso ilegal de cantidades sin precedentes de inmigrantes provenientes de México.
De los 12 problemas principales que afectan al estadounidense, los dos más importantes para los votantes son la inflación (89%) y la delincuencia (79%).
La encuesta de Gallup indica que el Partido Republicano aparece como el más preparado para resolverlos, con una diferencia de 11 puntos frente al Partido Demócrata. Una diferencia no vista desde la época de Ronald Reagan en 1981.
Por otro lado, FOX News revela en su encuesta de octubre 9-12 lo mismo. Lo que indica que, a 20 días de las elecciones, es una tendencia del electorado estadounidense la preferencia por los republicanos para liderar el Congreso.
Dado que el mapa del Congreso favorece al GOP, los demócratas tienen que hacer algo más que “mantenerse cerca” para conservar su mayoría en la Cámara de Representantes. Un obstáculo es que los grandes problemas favorecen a los republicanos en cuanto a su gestión.
De acuerdo con la encuesta de FOX News de la semana pasada, los republicanos les sacan a los demócratas en el manejo de la seguridad fronteriza 21 puntos, de la delincuencia 15 y de la inflación 13.
Un total de 33.000 venezolanos llegaron a la frontera sur de Estados Unidos solo en septiembre. El año fiscal de 2022 (1 octubre de 2021 – 30 septiembre de 2022) vio un incremento en la llegada de migrantes de esta nacionalidad de 293% respecto al período anterior.
Ante este escenario, la administración Biden decidió contrarrestar la mano dura con la que han manejado el tema los gobernadores republicanos de Texas, Greg Abbot; de Arizona, Doug Ducey; y de Florida, Ron DeSantis.
Abbot, Ducey y DeSantis lograron visibilizar el problema con el envío de cientos y hasta miles de migrantes -la gran mayoría venezolanos- a las ciudades de Washington DC, la Gran Manzana y la exclusiva isla Martha’s Vineyard, entre otras.
Un estudio del Wall Street Journal sobre los votantes latinos que antes eran un bloque sólidamente demócrata, revela cómo se están convirtiendo en un grupo pendular a disposición de ambos partidos, y sus preferencias de voto se dividen en función de la economía y la clase social.
En cuanto a la situación en la frontera hay una diversidad de opiniones dentro del electorado latino, muchos están preocupados por los cruces ilegales, pero no quieren una frontera abierta.
Si Biden aspira a la reelección presidencial en 2024 sabe que no puede perder los comicios del 8 de noviembre.
Por ejemplo, para evitar el incremento del precio de la gasolina que venía en descenso desde junio, le solicitó a Arabia Saudita que el grupo OPEP+ recortara la producción de petróleo en 2 millones de barriles después de las elecciones de medio período, según un comunicado del gobierno saudita.
La decisión de la OPEP+ deja la variable del aumento de la gasolina fuera del control de la administración estadounidense, a pesar de colocar adicionalmente 10 millones de barriles de las reservas estratégicas y en el nivel más bajo desde 1984 (400 millones de barriles). Sabe que el impacto del precio de la gasolina en el bolsillo de los americanos le quitará votos en todos los sectores de la población.
Para retener el voto latino, en un intento de mitigar la crisis migratoria en su frontera sur, el presidente aplicó el Título 42, una medida empleada por Trump para expulsar en caliente a los inmigrantes por razones sanitarias y que en su momento fue muy criticada por el mismo Biden y el ala progresista del Partido Demócrata en la campaña presidencial de 2020.
El hecho es que siguen entrando cubanos, centroamericanos, mexicanos por la frontera sur. Cifras altas. Sin embargo, ellos no son retornados a México. Si los devuelven tendría un efecto directo en el voto latino, descendientes de mexicanos y cubanos.
La diáspora venezolana es desechable para ambos partidos. Son utilizados para capitalizar votos.
Los motivos que han llevado a una población a migrar con un régimen señalado por crímenes de lesa humanidad y sumergido en la miseria no tienen el mismo valor que el de los otros migrantes que cruzan el río Grande.