Los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) se reunirán la semana que viene en Fortaleza. En esta reunión crearán las bases para fundar el Banco de Desarrollo y el Fondo de Reserva de Divisas, dos instituciones inspiradas en el Banco Mundial (BM) y en el Fondo Monetario Internacional (FMI), respectivamente, que funcionarán como una alternativa.
Es importante observar que la influencia comercial de China en América Latina ha disminuido.
El crecimiento del comercio bilateral entre China y Latinoamérica fue la gran palanca del crecimiento económico latinoamericano en la década pasada. Del 2000 a 2011, el comercio bilateral total creció un 2.310 %, de $ 10 mil millones a $ 241,5 mil millones. Este enorme crecimiento ayudó a la región experimentar un fuerte incremento conocido como la "década de oro", ya que la demanda hizo que los precios de las materias primas sufrieran un alza, y China resultó ser un voraz consumidor de las exportaciones de la región.
Sin embargo, las últimas estadísticas del comercio entre China y América Latina muestran que los buenos tiempos se han ido. En el 2013, el comercio bilateral entre América Latina y el gigante asiático creció sólo un 0,6 % con respecto al año anterior. El comercio bilateral es ahora $ 257 mil millones, con exportaciones hacia la región que crecen sólo 0,2 % y las importaciones 1,1 %.
Es una disminución significativa de la rápida expansión del comercio que puede reflejar, en cierta medida, la desaceleración del crecimiento económico de China.
En total, China exportó 131,2 mil millones dólares a América Latina en 2013 -sólo un 0,2% más que en el 2012-, mientras que importó $125,8 mil millones, un aumento del 1,1%. Por lo tanto, a pesar de los extraordinarios logros de la última década, China sigue manteniendo un superávit comercial con la región.
Brasil, Chile, Perú, Uruguay, y Venezuela mantienen fuertes superávits comerciales con China, impulsado en gran parte por sus exportaciones de materias primas y productos agrícolas. Brasil tiene un superávit comercial de $17 mil millones con China ($36,1 mil millones en importaciones, frente a $53,6 mil millones de las exportaciones), mientras que el de Chile es de $7 mil millones ($ 13,1 mil millones en las importaciones en comparación con $20,8 mil millones en exportaciones). Mientras tanto, Colombia importa casi el doble de lo que exporta a China ($ 6,8 mil millones en importaciones, frente a $ 3,6 mil millones en exportaciones) y México tiene un déficit comercial de 18 mil millones dólares con China ($ 28,9 mil millones en importaciones, en comparación con $10.2 mil millones en exportaciones).
Tendencias similares se encuentran en todos los países centroamericanos, excepto Costa Rica, que exporta casi cinco veces más de lo que importa desde China.
El más notable descenso en las estadísticas comerciales este año es Venezuela, que vio sus exportaciones a China caer 9,1% colocándose en $13,1 mil millones, y las importaciones de $35,1 mil millones -la mayor caída de las importaciones desde el gigante asiático- pasaron a $6 mil millones. Esta caída refleja una reducción de las compras por parte del Gobierno de Maduro de productos chinos durante el período previo a las elecciones presidenciales de 2012, así como la resistencia del Gobierno de la República Popular China para suministrar nuevos créditos al país, por la incertidumbre en el cumplimento de los pagos con petróleo. A pesar de la aprobación de $5 mil millones del tramo C del Fondo Chino el año pasado.
Argentina también vio su relación comercial con China caer. Las exportaciones del país a China bajaron 7,1%, $6 mil millones este año. En parte se debió a la sequía que afectó a las exportaciones de soja, maíz y aceites del país. Mientras tanto, importó $ 8,8 mil millones -11,1% más que el año pasado, los cuales contribuyeron a ampliar el déficit comercial entre las naciones.
Un aumento notable es el de Uruguay que vio sus exportaciones a China crecer 27,9% -$2,5 mil millones. A esto se suma un crecimiento del 36,3 % en el2012, lo que refleja el notable éxito de Uruguay en la apertura de los mercados de China a sus exportaciones agrícolas. El país ahora tiene un superávit comercial con China de $100 millones.
Panamá a pesar de tener una economía relativamente pequeña, y un país con 3,6 millones habitantes, es el cuarto mayor importador de productos chinos de la región. El año pasado importó casi $11 mil millones desde la República Popular China, mientras que envío $44 millones en exportaciones (en América Latina, sólo Haití y El Salvador exportaron menos a China). Así, Panamá continúa siendo el centro para la importación de productos chinos que con transformaciones menores los vuelve a exportar al resto de la región.
Dentro los BRICS, China disminuye su influencia comercial en Latinoamérica.