Al inicio de esta semana el presidente de la estatal petrolera venezolana (PDVSA), Eulogio del Pino, declaró que la producción petrolera de Venezuela incrementará "entre 150.000 y 200.000 barriles por día (...) dentro los próximos tres a seis meses". "No tenemos ninguna duda", dijo. Para remate afirmó en la misma entrevista que en PDVSA "Vamos a llegar [a producir] hasta niveles muy cercanos a nuestro potencial, en el orden de 2,9 millones de barriles por día (bpd)".
Igualmente, el pasado mes de junio en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo en Rusia, Del Pino expresó, en una entrevista en la cadena de televisión Bloomberg, que "un precio del barril de petróleo en $50 era suficiente para que el gobierno de Nicolás Maduro evitara el default de la deuda soberana", y que el "costo de producción promedio de un barril de la cesta petrolera venezolana está alrededor de $12".
En un mes y medio, Del Pino ha recurrido a la sapiencia bromista del venezolano, de que si ¿quieres que te cuente el cuento del gallo pelón?. Recuerdo que cuando lo decías era la forma de tomarle el pelo a los amigos hasta cansarlos. De la mima manera, Del Pino lo hace con sus declaraciones que buscan contar un cuento sin narrativa, al disfrazar el nivel de actividad de PDVSA y la realidad de la industria petrolera venezolana.
Hace dos días la agencia de noticias Bloomberg publicó un artículo en el cual señaló que la producción petrolera de PDVSA, que está en el punto más bajo desde 2009, puede seguir cayendo en lo que resta del año debido a la disminución del nivel de actividad de taladros, por la falta de pago de PDVSA a las contratistas de perforación y subsuelos. La deuda con las dos principales empresas de perforación a nivel mundial, Schlumberger Ltd. y Halliburton Co., asciende a $1,956 millones en el primer trimestre de este año, por lo que Schlumberger y Halliburton redujeron sus operaciones en Venezuela.
El pasado mes de mayo Baker Hughes Inc. reportó que el número total de equipos de perforación de petróleo en tierra y lago en Venezuela disminuyó en 9, alcanzando un total de 60, el nivel más bajo desde noviembre de 2014, siendo la caída más fuerte (55%) en la actividad lacustre -crudos liviano y mediano.
Ese mismo mes de mayo, la producción total de Venezuela registró una caída de 120.000 bpd, según el reporte mensual del mercado petrolero emitido por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Ha sido la caída mensual más grande desde 2003. Mucho más que la de Nigeria en el mismo lapso.
Adicionalmente, el último reporte de Barclays (20 de junio) sobre Venezuela señaló que la producción de petróleo podría seguir cayendo hasta alcanzar 300.000 bpd a finales de este año, si continúa el racionamiento eléctrico en todo el país y la caída de la actividad de taladro, lo que ubicaría la producción total de Venezuela en 2,07 millones bpd. Y en el peor escenario considera que el desplome de la producción se ubicaría en 500.000 bpd con una producción última de 1,7 millones bpd. Entre las causas de la caída de la producción de petróleo coincide con el reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (EIA): "la producción petrolera en Venezuela ha disminuido sobre todo debido al aumento de los cortes de energía [eléctrica] y a la reducción en el servicio de sus yacimientos de petróleo".
Por lo que la afirmación de Del Pino de que un barril de petróleo en $50 permitiría campear los problemas de caja de PDVSA con el costo de producción en $12 es una premisa falsa. Si fuera ese el caso, con una producción promedio año de 2,375 millones bpd, el costo operativo (OPEX) de PDVSA sería $28,5 millones día, equivalentes a $10,4 mil millones al año, y al deducirlo de los ingresos brutos se obtendría un superávit en la caja de PDVSA de $32,94 mil millones al año.
Un monto que permitiría hacer frente a los compromisos en divisas de la deuda de PDVSA en petrobonos ($4.358 millones) y el préstamo chino ($3,681 millones), en lo que resta del año.
Sin embargo, según otras declaraciones de Del Pino, PDVSA tuvo que hacer un acuerdo de restructuración de la deuda actual de $12 mil millones con el Banco de Desarrollo de China por los prestamos al Fondo Conjunto Chino Venezolano (FCCV). Un cronograma de pagos que consiste en cancelar -mientras el precio del barril este en, o por debajo, de $40 barril- sólo los intereses del préstamo del FCCV con el envío de 300.000 bpd de crudos y/o productos. Una restructuración de deuda que no ha sido aprobada por la Asamblea Nacional.
Del Pino ¿quieres que te cuente el cuento del gallo pelón? ... Colorín colorado este cuento no se ha acabado. En PDVSA cae la producción.