El producto de la implantación de Socialismo del Siglo XXI durante los últimos 15 años es la actual crisis política-económica-social que atraviesa Venezuela. "No se consiguen en el mercado 6 de cada 10 productos alimenticios regulados". La inflación interanual se ubica alrededor del 60%. Las fuentes de trabajo estarían en el sector público porque la economía no crecería este año (-0,5% PIB). Y en el 2015 esta crisis se mantendría igual o peor. Una situación que afecta a todos los sectores de la sociedad, sobre todo a las clases trabajadoras y débiles que además sufren la violencia e inseguridad.

Adicionalmente, la implantación a troche y moche del Plan de la Patria provocó que el movimiento estudiantil decidiera el pasado 12 de febrero tomar las calles e iniciar una protesta nacional con el objetivo de generar La Salida de Maduro.

Los 41 fallecidos, 5.285 heridos y 2.361 detenidos, hasta ahora, forman parte de violación de los Derechos Humanos y la Carta Magna al derecho de protestar pacíficamente. Por lo que Maduro atraviesa una crisis de gobernabilidad y legitimidad democrática.

Mientras tanto, los sectores populares adeptos a la causa oficial han sido amedrentados por los grupos paramilitares o colectivos partidarios del régimen a través del miedo a que perderán los beneficios de los programas sociales a los que pertenecen. Así como serían reprimidos por dichos colectivos al ser traidores a "la revolución".

Por consiguiente los sectores sociales de la oposición y del oficialismo están frente al dilema que en la teoría de juegos es conocido como el "dilema del prisionero" (Poundstone 1955). Porque los tienen condenados a vivir bajo un régimen que no es el que desean.

Una primera consideración es que la clase media y los sectores populares y débiles de la sociedad son grupos sociales egoístas y su única meta sería gozar del beneficio del Estado: las Misiones y el dólar viajero de Cadivi. Como "prisioneros" de la situación de escasez, violencia e inflación tienen dos opciones: cooperar con su contraparte en la protesta y permanecer activado o abstenerse a manifestar y oponerse a las protestas. El resultado de cada elección depende de la selección de cada grupo social (prisionero).

Si se espera que el prisionero escoja cooperar con su contraparte en la protesta y permanecer activado la opción óptima para el primero sería protestar, lo que significaría que abriría el proceso de cambio democrático en contra del Gobierno de Maduro, mientras el otro prisionero tendría que lidiar con los colectivos. Si espera que un prisionero decida abstenerse a protestar, la mejor opción es protestar también, ya que al menos lograrían introducir una rectificación del Plan de la Patria, y sólo tendría que esperar 1 año para las elecciones a diputados o 2 años para un referéndum revocatorio. Y, sin embargo, si ambos decidiesen cooperar en la protesta y permanecer activado, ambos lograrían La Salida de Maduro dentro un período máximo de 3 meses. Porque la crisis económica es insostenible y cada día que pase se acentuaría aún más.



Protestar es la estrategia dominante para los sectores sociales de la Oposición y del Oficialismo. Sea cual sea la elección del prisionero pueden reducir siempre el tiempo al que están condenados a vivir bajo el Gobierno de Maduro protestando.

Por desgracia para los prisioneros, el Gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se oponen a la protesta de calle por el miedo a perder los beneficios del estatus quo (gobernaciones, alcaldías y cargos públicos) y ambos aceptan vivir con un régimen autoritario. Aquí se encuentra el punto clave del dilema. El resultado de las interacciones individuales (prisionero-carcelero) podría producir un resultado que no es óptimo.

Si se razona desde la perspectiva del interés óptimo de los sectores sociales mayoritarios (de los dos prisioneros), el resultado correcto sería que ambos protestasen, ya que esto reduciría el tiempo total de la opresión al pueblo a un período máximo de 3 meses. Cualquier otra decisión sería peor para ambos. A pesar de ello, si siguen sus propios intereses egoístas, cada uno de los dos prisioneros estaría condenado a vivir en un país sin futuro. Donde la tarjeta de racionamiento y el control social represivo serían las principales características de la sociedad.

El prisionero en realidad está "jugando", también , con su carcelero. En la Mesa de Dialogo el carcelero está representado por el Gran Polo Patriótico (GPP) y la MUD. Para Maduro y la MUD, la mayor ganancia sería condenar al prisionero a mantener la actual situación de crisis en una paz social. Si logra que los distintos sectores sociales se abstengan de manifestar, los condena a la máxima pena: vivir en el Estado Comunal.

En la Mesa de Dialogo ganar equivale a desmontar la protesta en la calle. Al establecer un mecanismo que permita sostener el establishment (Gobierno-MUD) otorgándole legitimidad democrática a Maduro. El Gobierno sólo optaría por esta solución si sabe que la MUD también elige la misma salida. Además sería la que daría la hoja de ruta para la gobernabilidad como lo planteó Lula Da Silva en su propuesta a Maduro de formar un gobierno de coalición con esta Oposición.



En este juego multidimensional, el Gobierno y la MUD están jugando a encubrir el avance del Plan de la Patria o traicionar los ideales del movimiento de resistencia respectivamente.

El dilema del prisionero es siempre un juego dual. Tiene una solución lógica. Si los dos juegan lógicamente, es decir, con honestidad (la protesta), el juego es beneficioso para ambos. Si el carcelero engaña, el juego se convierte en "Descubre al Mentiroso", y los prisioneros vuelven a ganar. Porque asumen el poder.

En el dilema de Descubre al Mentiroso, la Mesa de Dialogo tendría dos objetivos: uno, engañar a los que protestan y dos, convencerles a posteriori de que no fueron engañados mediante el ardid de la libertad condicional de Simonovis, los cargos de representantes en el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia para poder seguir engatusándolos.

Al final para los prisioneros el único resultado correcto sucede cuando todos buscan La Salida del régimen de Maduro a través de la protesta pacífica y democrática.



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