Desde el 15 de octubre en Venezuela las reservas internacionales operativas se encuentran en una caída acelerada. Hace tres días estaban en $481 millones y el 20 de octubre alcanzó el punto más bajo del año, 427 millones de dólares.
El pasado mes de febrero, estas mismas reservas operativas o líquidas alcanzaban el nivel más alto del 2015, al colocarse en $6.039 millones. Un incremento que correspondió a las divisas proporcionadas extraordinariamente por PDVSA. A finales de enero vendió la factura petrolera de Republica Dominicana (Petrocaribe) y a mediados de febrero endeudó su refinería en Estados Unidos, Citgo.
Las Reservas Internacionales Líquidas (RIL) u Operativas son las divisas que permiten al gobierno de Nicolás Maduro pagar las importaciones de bienes y servicios, la deuda externa (pública y privada), gastos viajeros y turismo y remesas al exterior. Además, con el oro monetario, los Derechos de Especiales de Giro (DEG) y la posición crediticia neta en el Fondo Monetario Internacional (FMI) conforman las Reservas Internacionales (RI) de Venezuela, que por ley administra el Banco Central de Venezuela (BCV).
Las Reservas Internacionales se encuentran actualmente en el nivel más bajo desde junio 2003. Para el pasado 26 de octubre se situaron en $15.281 millones. De este monto, el oro monetario (reservas semilíquidas) equivalía el 83%. Una proporción que ha venido acentuándose desde el 2010, como resultado del incremento del precio de la onza troy de oro. Sin embargo desde el 2013, a pesar de la caída del precio del oro, la porción del oro monetario en las RI siguió aumentando. Lo que muestra la caída sostenida de las reservas internacionales liquidas u operativas en los últimos años. En 12 años pasó de 23% a 83%.
La manera como el gobierno de Maduro ha enfrentado la situación de caída en las RIL este año, por la caída del precio de petróleo venezolano, es liquidando $8.649 millones en activos de la nación.
En el primer trimestre del año lo hizo a través del endeudamiento de Citgo y la venta de la factura de Republica Dominicana. Además de la pignoración del oro monetario ubicado en el exterior con Citgo ($780 la onza troy vs. el precio real $1.178). En el segundo trimestre fue con el retiro de los DEG en el FMI. Y, en el tercer trimestre recurrió de nuevo a la venta de la factura petrolera. En esta ocasión la de Jamaica, con un 48% de descuento.
El flujo total de divisas de PDVSA al gobierno de Nicolás Maduro ha estado en $7.621 millones por el concepto de los volúmenes de exportación de crudo y productos refinados. Una caída del 62% con respecto al mismo periodo del año pasado. El desplome es de 34% ($13.331 millones) al incluir la venta de las facturas de Petrocaribe y el endeudamiento de Citgo. En el 2014 la venta de dólares de PDVSA al BCV fue de $23.099 millones del total de divisas recibidas de la comercialización de petróleo y productos.
Ante tal disminución de divisas este año, la Administración de Maduro ha contraído las importaciones de bienes y servicios. Hasta el 23 de octubre ha liquidado $15.321 millones. Un 27% menos que en el 2014. Ha dejado de importar $5.695 millones de materias primas, productos semiacabados y acabados. Es decir, $570 millones promedio mensual.
Si el gobierno de Maduro mantiene el nivel actual de importación de $1.034 millones mensuales, para los meses de noviembre y diciembre, y paga el servicio de la deuda soberana de $263 millones; el BCV requerirá $2.332 millones en las RIL para cubrir esta demanda.
Las divisas resultantes de las exportaciones de crudo para los últimos dos meses del año deberán permitir cancelar el servicio de la deuda de los bonos PDVSA 17, 21, 24, 26 y 35 de $2.850 millones (equivalente a 180 mil barriles día-año, $44/barril). Por lo que PDVSA venderá pocos dólares al BCV. Específicamente en noviembre.
Al estar el nivel de las reservas operativas en $481, el gobierno de Nicolás Maduro tendrá que pignorar de nuevo el oro monetario -reservas no-operativas- antes que finalice el año. Para obtener $3 mil millones. En esta ocasión será entre 75 a 100 toneladas, dependiendo del precio de la onza troy acordado con el banco ($1.170 o $800).
En esta ocasión Maduro tendrá que trasladar el oro a Londres. Porque ningún banco va a tomar como garantía el oro que está en las bóvedas del BCV en Caracas.
La obstinación de Maduro de mantener el curso económico este año lo ha llevado, por ahora, a consumir $8.649 millones de activos. Y, para finales del año agotará $11.649 millones.
Todo en vano. Porque el pueblo vive en penuria y el país no disminuye el riesgo soberano.