Una vez superado el escollo que presentaba el Referéndum Revocatorio Presidencial en el 2016, Nicolás Maduro realizó los cambios en el tren ejecutivo para concluir el mandato presidencial. El resultado del "diálogo" promovido por el Vaticano entre el Gobierno y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) favoreció el movimiento.
La MUD fue incapaz de cumplir con su compromiso de sacar a Maduro del poder ejecutivo en el 2016, a pesar de haber sido un año en el que concurrieron varios factores para desalojarlo por la vía democrática, constitucional y pacífica. Fue un período en el cual la situación política (elecciones parlamentarias el 6D), económica (precio del barril de petróleo), y social (escasez de bienes e inflación) arrojaron los peores resultados para el oficialismo.
Maduro y su nuevo equipo saben que deben revalidar el mandato en la arena internacional, y que sólo serían reconocidos si logran vencer a la MUD en la contienda electoral, por lo que en el 2017 preparan el terreno para ganar las elecciones regionales y municipales. Por lo tanto, este año será electoral.
El objetivo del gobierno es ganar la mayoría de las gobernaciones y alcaldías para legitimar internacionalmente su mandato, mientras que la MUD busca cómo salir de la derrota infligida por el "diálogo".
Este lunes Henrique Capriles convocó para el día 23 de enero a una movilización "en todos los rincones del país para exigir elecciones, porque el derecho del voto está secuestrado". Mientras que el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús "Chuo" Torrealba, planteó el día siguiente que el "23 de enero es una ocasión estupenda para que la MUD le diga al país: así estamos reestructurando, así nos estamos replanteando nuestro mensaje". El expresidente de la Asamblea Nacional (AN) Henry Ramos Allup, presentó durante la sesión parlamentaria de anteayer, la propuesta para "exhortar al Consejo Nacional Electoral (CNE) a fijar una fecha para las elecciones de gobernadores y alcaldes a efectuarse en el primer semestre del 2017...". Y Julio Borges, presidente de la AN, dijo que el 23 de enero "la movilización será a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE)".
Tanto el Oficialismo como la MUD encuentran en el camino electoral regional y municipal su futuro para sobrevivir políticamente en el 2017 -quedando atrás el referéndum revocatorio presidencial y la declaración de la AN del abandono del cargo por parte del presidente Nicolás Maduro.
Maduro y su equipo buscan ganar las elecciones aislando a los factores democráticos, y a través del control social de la población de bajo recursos.
Para aislar a la oposición, Maduro creó el comando antigolpe presidido por el nuevo vicepresidente ejecutivo Tareck El Aissami. Dentro de las primeras acciones del comando se han encarcelado a varios líderes sociales de la oposición y recluido de nuevo al general en retiro Raúl Isaías Baduel. Por otro lado, la Contraloría General de la República citó a Henrique Capriles por la presunta vinculación con el caso de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht.
El control social será ejercido por el carnet de la patria, para lo cual el PSUV realizará a partir de mañana un censo de los beneficiarios de las misiones -será un proceso similar al de la cedulación, gratuito, personal e inmediato. Además, usará el suministro personalizado de raciones de comida (tipo bolsa Clap) que incluye los alimentos básicos. El objetivo-meta es abastecer 6 millones de hogares en el primer trimestre de este año, es decir, que si cada hogar está integrado por 3 miembros promedio, el gobierno apunta atender a 18 millones de venezolanos. Es el arma secreta y de la cual dependerá el resultado electoral.
Las divisas para importar los bienes de las cajas de comida tipo Clap saldrán de los recursos extraordinarios del ingreso petrolero. Para ello, el barril en el Presupuesto Nacional 2017 fue calculado en $30 -actualmente el precio promedio está en $45,19. En 19 días, la Administración de Maduro dispone de $28,5 millones fuera del presupuesto 2017.
El gobierno hace creer a la oposición que no habrá elecciones este año, develando su rostro autoritario, sin embargo, echa las bases para participar y ganar las elecciones en el 2017.
Así como Maduro alineó su equipo para llegar a las elecciones presidenciales de 2018 con una posible victoria, la Oposición debe salirle al paso con su plan de acción para cerrar los espacios al autoritarismo competitivo de Maduro. Si no lo hace, lo tendremos un rato.