Al escuchar el pasado martes la presentación sobre el proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2016 del ministro de finanzas de Venezuela, Rodolfo Marco Torres, llamó la atención que el presupuesto nacional para el próximo año alcanzará 1 billón 548 mil 574 millones de bolívares (1.548.574.000.000). Crecerá 109% con respecto a este año. Mientras que el del 2015 lo hará un 34% con respecto al 2014.
Maduro, como Alicia en la obra de Lewis Carroll, ha entrado en un mundo de absurdos y paradojas lógica. Como creer que este presupuesto "permitirá el camino del crecimiento económico, ampliando la base económica del país, manteniendo altas inversiones".
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela en el 2016 decrecerá 6% PIB, y presentará la balanza por cuenta corriente negativa de 1,9% PIB. Es decir, que el valor de las importaciones y de rentas y transferencias que Venezuela pagará en el 2016 al resto del mundo superará sus exportaciones. El país consumirá más de lo que podrá producir.
Ante esta cruel realidad Maduro, como Alicia en el capitulo dos, comienza a llorar y produce un mar de lagrimas. Por lo que se ve forzado a nadar para alcanzar el mar de la felicidad [H. Chávez]. Es, cuando Marco Torres afirmó que "este presupuesto promueve el sostenimiento de las condiciones que hace factible los derechos sociales del pueblo venezolano a través de las misiones socialistas".
Para ello, recurrirá a la liquidez monetaria (M2) que ha inundado de bolívares el mercado. En el 2016 alcanzará un nuevo record de 8.028.874.000.000 bolívares, según estimación de Inter American Trends. Lo que aumentará la velocidad de intercambio del dinero. Y, por ende el país continuará en el curso de la hiperinflación.
El FMI estima que para el 2016 el Índice de Precios al Consumidor en Venezuela alcanzará 210%.
Marco Torres alegó que el precio promedio de exportación del barril del crudo venezolano será 40 dólares, indicando que en el 2016 el precio del WTI tendrá un valor promedio de $44,57. Un precio similar al de este año. Un precio que ha afectado la caja de PDVSA. Lo que ha reducido la venta de divisas al Banco Central de Venezuela. Y, por ende ha afectado su nivel de reservas internacionales líquidas.
Para el 2016, se estima que PDVSA venderá al BCV $5.345 millones, luego de cumplir con los compromisos de deuda por los bonos, préstamo chino y financiamiento de facturas a los países de los convenios como Petrocaribe y Alba. Será la venta más baja en los últimos 16 años.
Si el precio promedio de $40 el barril no mejora para el 2016 -como se prevé- Maduro tendrá que echar mano otra vez a las reservas internacionales en oro para poder importar los alimentos básicos y medicinas.
Por lo que buscó ayer en Viena, el apoyo de sus pares de la OPEP y de países independientes productores de petróleo. Propuso "calcular periódicamente un precio de equilibrio que permita las inversiones necesarias para reemplazar los barriles producidos y a la vez sostener el crecimiento de la demanda interanual". Porque con los actuales precios del crudo y del próximo año, "las inversiones necesarias para poder compensar la caída natural de producción de los yacimientos no serán suficientes". A esta cita no asistieron Azerbaiyán, Noruega, y Omán.
Mientras que Rusia y Arabia Saudita optaron por defender sus mercados. La revisión del precio, la oferta y demanda quedó para la reunión ordinaria de la OPEP el próximo 4 de diciembre.
Adicionalmente, el Ministro de Finanzas señaló que en el presupuesto del 2016 "los ingresos petroleros están previstos en 216 mil 581 millones de bolívares". Lo que implica una tasa de cabio implícita del dólar de 6,30 bolívares. Y, una producción estimada de crudo para la exportación de 2.354.653 barriles por día (bpd).
Para Marco Torres, en el 2016 la producción petrolera mantendrá el nivel actual reportado por el gobierno a la OPEP, desconociendo la declinación natural de los pozos por falta de recursos ($40 por barril).
Al final, el presupuesto para el 2016 son números que se mueven sin seguir un orden estructurado. Saltan de un lugar a otro y se dan combinaciones sin sentido.
Como Alicia en el último capitulo, Maduro despierta. Agobiado por los números y se encuentra con el titular en primera pagina The Wall Street, "El gigante PDVSA y su ex jefe [Rafael Ramírez], bajo investigación en EE.UU.".
Algo inimaginable en la industria petrolera. Sin embargo, servirá para que Maduro y Cilia le corten la cabeza a Ramírez y lo repatrien desde la ONU en New York a Caracas. Será el chivo expiatorio del derrumbe económico venezolano.
La realidad se cae a pedazos en el país de las maravillas de Maduro. Lo que cerrará el ciclo de la V Republica. Y, dará inicio a la VI.