El triunfo del NO en Grecia coloca en riesgo los fundamentos de la lógica del desarrollo económico. Las naciones han prosperado porque los pueblos cultivan valores como el esfuerzo, la honestidad, el trabajo, la equidad, la disciplina, iniciativa y eficiencia, entre otros.

La decisión política de Alexis Tsipras de recurrir a un referéndum para que los griegos decidieran si aceptaban los términos del tercer rescate económico en menos de 5 años, propuesto por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo (Troika), fue una maniobra para entrar en default ante los acreedores de la eurozona.



Tsipras esgrimió el argumento de la autodeterminación de los pueblos. para no aceptar el programa de rescate de la Troika. Hasta ahora, otros gobiernos de la eurozona han hecho la tarea para superar con sacrifico una crisis similar a la que enfrentó Grecia en el 2009. Las medidas que tomaron los gobiernos de Irlanda, Portugal, Italia y España para superar sus crisis, les han permitido entrar de nuevo en el ciclo de la prosperidad. Lento pero seguro.

El nuevo gobierno de Tsipras quiere generar prosperidad sin tener Grecia una economía competitiva. Gozar de un estado del bienestar de cinco estrellas con una economía de dos estrellas. Ser modernos sin la eficiencia o la transparencia, y crear riqueza sin trabajo. Tsipras quiere el bienestar económico y social de los griegos a costa del esfuerzo productivo de la eurozona. Sin adoptar las reformas estructurales necesarias para el crecimiento económico.

El FMI señaló el pasado 2 de julio que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se ubica en 50.000 millones de euros. Por lo que incluso bajo el plan presentado por los acreedores internacionales requerirá 36.000 millones de euros más por parte de los socios europeos.

Nicolás Maduro en el desfile militar de Los Próceres para celebrar el 5 de Julio, 204 años del Acta de Independencia, felicitó al pueblo de Grecia por el triunfo del "NO" en el referendo. Y, al Comandante del desfile, General José Adelino Ornelas Ferreira, le dijo: "hacia allá tenemos que ir General".

A Maduro, el inconsciente lo traicionó y se le salió que su gobierno va a un default de deuda externa.



En el caso de Venezuela, la crisis económica incluye el endeudamiento progresivo del Gobierno y de la estatal petrolera desde el 2005. La emisión de los bonos soberanos y de PDVSA alcanza hasta el 2014 a $60.100 millones. Además, de los préstamos recibidos del Banco de Desarrollo de China (Fondo Chino y PDVSA), y del Banco Industrial y Comercial de China (PDVSA) por $48 mil millones.



Llama la atención el alto endeudamiento de PDVSA con precios altos de la cesta petrolera venezolana durante el período 2011-14, y por ende los ingresos por la exportación neta de crudo. Porque los $12.500 millones de deuda en bonos para ese trienio no ha incorporado ni un barril de crudo adicional a la producción total de hidrocarburos.

Más bien, PDVSA ha recurrido desde el 2012 a los socios en las Empresas Mixtas para el financiamiento de la producción adicional de los campos que las empresas operan. Casos específicos son los préstamos de Chevron en Petroboscán de $2 mil millones, libor + 4,50% en 13 años, y el de China National Petroleum Corporation (CNPC) en Sinovensa de $4 mil millones, libor + 7.8% en 10 años.

Lo que si ha permitido la deuda con los bonos de PDVSA y soberanos es el blanqueo y fuga de capitales. Porque estos bonos han sido una de las formas para colocar grades volúmenes de bolívares en el exterior -primero en Luxemburgo y después en el mercado secundario de EE.UU.

La solidaridad de Maduro con el NO de los griegos busca crear el mensaje de la deuda como instrumento de dominación y pauperización por parte de los grandes centros de poder mundial.

Mientras el gobierno de Tsipras busca mantener el poder a cuesta de los países de la eurozona, el gobierno de Maduro lo hace comprometiendo financieramente, al máximo, la estatal petrolera. Ambos necesitan más de $20 mil millones para cerrar la brecha fiscal.

Al final, tanto Tsipras como Maduro, tienen la salida política del default. El primero por vividor y el segundo por bribón. A la decisión política del default la respuesta es política-judicial (amor con autoridad) y no financiera.

La mayor amenaza para la prosperidad de la naciones y la integridad de la eurozona está en no doblegarse ante el espejismo que crea el populismo.



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