En estos seis meses Maduro ha logrado que la Asamblea Nacional le otorgue 149,9 mil millones de bolívares en créditos adicionales, disparando el presupuesto original de 552,6 mil millones de bolívares a 702,5 mil millones de bolívares, un 27% adicional.
El equipo económico del Gobierno de Maduro parte de la teoría del "multiplicador" de Keynes, la cual establece que el gasto del gobierno acelera el desempeño de la economía a un nivel superior a lo desembolsado. Sin embargo, esta expansión del gasto público ha creado un desequilibrio en las cuentas que superan el 15% del Producto Interno Bruto (PIB). Para financiarlo ha incrementado la liquidez y devaluado el bolívar. Afectando la eficiencia en la economía del país al crecer la inflación.
Tal y como lo estableció Milton Friedman (1912-2006): "La inflación es siempre y en cualquier lugar un fenómeno monetario". Según la teoría cuantitativa del dinero, los precios (P) varían proporcionalmente con la oferta monetaria (M). Esta relación se sustenta con la identidad de que el valor de las transacciones (T) que se llevan a cabo en una economía es igual a la cantidad de dinero, M, existente en esa economía multiplicado por las veces que ese dinero cambia de manos (la velocidad (V) de circulación del dinero). Con base en el supuesto de que la velocidad del dinero es relativamente constante, un crecimiento de la oferta monetaria en línea con un crecimiento de la actividad económica, PIB, implica estabilidad de precios. Por el contrario, si la oferta monetaria crece más rápidamente que la actividad económica, esto genera presiones al alza en los precios, es decir, inflación.
Es lo que le ha ocurrido al Gobierno de Maduro. Una alta variación de la oferta monetaria no respaldada por el crecimiento económico (la diferencia entre el crecimiento de la oferta monetaria y del PIB) y la inflación subyacente. Con una relación positiva entre ambas variables y un desfase entre el exceso de la liquidez y el impacto en la inflación de dos trimestres (2012-13) y paralelo en los dos primeros trimestres del 2014. Mostrando una correlación ligeramente por encima del 60%.
Por otro lado, el ascenso que ha experimentado la tasa de crecimiento de la oferta monetaria es el resultado del exceso de liquidez en el sistema por la monetización del déficit fiscal del Gobierno. Con una recesión que se ha ido afianzando desde el segundo trimestre del 2012, el Gobierno de Maduro ha incrementado la liquidez rápidamente a partir de octubre 2011 -al compararla con los bolívares necesarios para asegurar el nivel óptimo de Reservas Internacionales determinado por el BCV para el 2010-14.
Cuando la liquidez monetaria subió 41.95 % en el 2011, 48,12% en el 2012, 53.86% en el 2013 y se colocó en Bs. 1,426,604 millones el 6 de junio 2014. Una cantidad equivalente a 59 puntos del PIB (2013). Así mismo, sucedió con la circulación de nuevos billetes, en miles de bolívares, que cerró el 2013 en 117,249,227, la mayor de los últimos años, y el dinero bancario, con una cifra record, se ubicó en 1,026,794,824 el pasado 6 de junio.
Una consecuencia de la impresión de billetes por parte del BCV es la inestabilidad que genera en la paridad del bolívar-dólar, a pesar de tener un control cambiario desde el 2003. El mercado paralelo determina el valor real de la misma. Y, ante el déficit, el 16 junio las Reservas Internacionales se ubicaron 19% por debajo del nivel óptimo establecido por el BCV. Creando desconfianza en la solvencia del Gobierno de Maduro.
Maduro y su equipo económico han decidido seguir corriendo la arruga, financiando el déficit fiscal con la impresión de billetes por parte del BCV. De allí la salida de Giordani del Gobierno, porque es el fin del ciclo económico de Chávez.