La Séptima Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá reúne por primera vez a todos los gobiernos de la Región, incluyendo a Cuba. Será la cita histórica de Barak Obama y Raúl Castro.
Hasta ahora se habrían producido otros dos grandes momentos, como fueron la Primera Cumbre en Miami, Florida, en 1994 liderizada por el presidente Bill Clinton. Y, el otro momento fue la Cuarta Cumbre en Mar de la Plata, Argentina, en noviembre del 2005. En esta última se consolida la arquitectura multilateral de la Región que excluye a Estado Unidos de la región. El primer bloque fue la Alternativa Bolivariana para las Américas en 2004 (ALBA). Después nacieron Petrocaribe ese mismo año, UNASUR en 2008, y CELAC en 2010.
La propuesta de Mercosur y Venezuela en la Cuanta Cumbre fue para enfrentar el área de libre comercio de las Américas (ALCA) que surgió en 1994 y excluía a Cuba. Para el 1 de enero de 2005, el ALCA debería haber entrado en funcionamiento con una versión menos ambiciosa a la de 1994.
Sin embargo, la Declaración de Mar de la Plata definió acciones concretas para el crecimiento de la región con empleo; trabajo para enfrentar la pobreza; formación dela fuerza laboral; la micro, pequeñas y medianas empresas; la gobernabilidad democrática y la creación de trabajo decentes. Es decir, fortalecer más la democracia -ya en la cumbre en Quebec de 2001 se acogió la Carta Democrática Interamericana- y fomentar la prosperidad.
Han transcurrido 10 años y dos cumbres hemisféricas desde Mar de la Plata. Durante esa década la Región disfrutó del llamado "superciclo" del precio de los bienes primarios o commodities. Lo que le permitió a la Región obtener resultados positivos en la reducción de la pobreza y mantener un crecimiento económico sostenido -excepto en la crisis de Lehman Brothers (2008-09).
La situación en la Séptima Cumbre presenta el debut de Barack Obama como líder regional en la Américas, así como el reencuentro de la Administración americana con la Región de manera inclusiva. Al participar Cuba en esta Cumbre, aislada desde 1960.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en su discurso el pasado 10 de diciembre de 2014, con motivo del 20 aniversario de la Primera Cumbre de las Américas, señaló: "Nos centraremos (Obama y la Administración) en una agenda robusta de democracia y derechos humanos"..."Queremos que esta sea la Cumbre del cómo (de los procesos)", en el sentido de cómo enfrentar más eficazmente los "retos" comunes.
Así mismo, Kerry afirmó "que para Estados Unidos, también es esencial que la Cumbre sea incluyente", por lo que insistió "en que incluya una participación directa y significativa de empresarios, defensores de derechos humanos y otros miembros creíbles de la sociedad civil".
Según el Índice de Democracia realizado para 165 países por la Unidad de Inteligencia de The Economist desde el 2006, América Latina muestra un estancamiento en el proceso de fortalecimiento la democracia. Luego, de superar las últimas dictaduras en 1980-90, sólo Uruguay y Costa Rica, han dado el salto a la categoría de "democracia plena" y acompañan a Canadá y Estados Unidos en las Américas.
De los 26 países, de las Américas, evaluados por The Economist durante los últimos 9 años, el continente americano cuenta con 15% de democracias plenas, 50% de democracias débiles, 27% son regímenes híbridos y un 8% cae en la categoría de régimen autoritario.
La medición se realiza conforme a cinco criterios: procesos electorales y pluralismo; libertades civiles; funcionamiento del Gobierno; participación política; y cultura política.
En el 2014, sólo un país (Brasil) mejoró su puntuación, y cinco países de la región (México, Republica Dominicana, Guyana, Nicaragua y Haití) bajaron en la calificación o rankings.
El estancamiento en el resto de los países es producto del arraigo de una cultura política autoritaria, la limitación a la participación política de los distintos actores sociales y el funcionamiento del Gobierno (corrupción y violencia). La falta de avances en el Índice de Democracia para América Latina podrá comprometer el avance de las mejoras económicas en la región durante la última década.
En cuanto a hacer realidad la visión de oportunidades y prosperidad compartida por todos los países del continente que delineó Clinton en la Primera Cumbre, Kerry indicó que nos encontramos más cerca que nunca de logarlo (10-12-14).
De acuerdo al Índice de Prosperidad 2014, elaborado por el Instituto Legatum del Reino Unido, América del Sur y América Central lograron un modesto avance de +0,38 y +0,35 respectivamente para el período 2009-2014 -uno de los menores en el mundo.
Las Américas presentan un gap fuerte en el índice con respecto Canadá y Estados Unidos. Uruguay logra este año ingresar a la parte baja del nivel ato de prosperidad.
El resto de los países en las Américas se encuentran segregados en el sector medio del índice de prosperidad (52% alto y 30% bajo).
Al correlacionar los dos índices, democracia y prosperidad, se logra una relación directa. Porque sin democracia, el Estado de Derecho, mercados libres, comunidades de apoyo y el vigor empresarial, los individuos y las sociedades no logran prosperar.
Para Obama y su Administración el reto en la Séptima Cumbre de las Américas es poder lograr el compromiso de los Gobiernos de América Latina de fortalecer la Democracia con Estado de Derecho, los mercados y el espíritu emprendedor en la Región (II Cumbre Empresarial), tomando en cuenta la diversidad política.
De lo contrario la brecha, en la prosperidad de los pueblos, entre los Gobiernos que produzcan los cambios necesarios y los que continúen desconociéndolos será cada vez mayor.