Para el sociólogo Heinz Dieterich "la ineptitud estructural del des-gobierno (de Maduro), para resolver los problemas de las mayorías, es la causa principal de la tragedia que vive el país". Para evaluar los posibles escenarios de una salida de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela, en los meses que restan en el 2016, es necesario hacer el análisis del entorno y determinar los factores involucrados para que los mismos ocurran.
Según el último Venebarometro, si las elecciones fueran el próximo domingo, el 64,8% de la población votaría a favor de la salida de Nicolás Maduro por la vía de un referéndum revocatorio (RR).
En los sectores definidos como A-B y C la intención de revocarlo se ubica en 73,2% y 65,6% respectivamente, y en el sector más débil de la población, D, se ubica en 58,1%. Además, en la única región del país que Maduro lograría una votación para no ser revocado es en los Llanos con 56%, mientras que en el resto de las regiones, Maduro saldría de la presidencia por más del 62% de los votos.
Así mismo, en el caso de que el RR no se realice en el 2016, el 34,3 % de los encuestados por Venebarometro creen que se debe desconocer a Maduro y pedir su renuncia inmediata; el 27% dicen que es mejor esperar hasta el 2018 para que se celebren las elecciones presidenciales; el 20,4% optan por convocar una asamblea constituyente para cambiar todos los poderes; y el 13,9% eligen realizar un RR en el 2017.
Hay que resaltar que de todos estos estratos, los C y D (56% de la población) son los más expuestos a la crisis ya que tienen restricciones de tiempo por el horario laboral y de dinero para obtener los productos, al estar su cesta sujetos al dólar DICOM o paralelo. Para poder mantener el nivel de vida han tenido que recurrir a cambiar los ahorros en divisa, vender activos, recortar gastos y adelantar el cobro de prestaciones, entre otros.
Si la volatilidad de la crisis se mide por el paso fronterizo de la población venezolana hacia la cuidad de Cúcuta en Colombia para adquirir sus bienes, se observa que cada vez es mayor el número de personas que la cruzan. La primera vez, la gente hizo caso omiso a la presencia de la Fuerzas Armadas que impedían el camino para atravesar la frontera.
En cuanto el precio del barril de petróleo de la cesta venezolana (la variable con mayor impacto en la economía) debería fluctuar en una franja entre $40-$45 en el último semestre del año. por lo que en los próximos seis meses las políticas públicas seguirán generando alta inflación y escasez que arruinarán aún más a la población del país.
Con estas variables los dos escenarios considerados para la salida o no de Maduro de la presidencia son correr la arruga y se acabo el pan de piquito.
En correr la arruga el gobierno de Maduro buscaría sostenerse en el ejecutivo hasta diciembre 2016 al colocarse una mano de barniz de legitimidad democrática a través de los negociadores del "dialogo" Zapatero-Samper; el control del país "sustituyendo los circuitos civiles claves del Estado con militares"; y el canje de la deuda de PDVSA de comercial a financiera con los contratistas locales para intentar incrementar la producción de petróleo convencional.
En el escenario se acabo el pan de piquito, Maduro saldría de la presidencia en el 2016 por las relaciones de confianza -se basa en tres juicios de valor: sinceridad, credibilidad y competencia- entre la Oposición (MUD), el Papa, OEA, Unión Europea y Mercosur, que permitirían proporcionar la fuerza estratégica endógena necesaria para realizar el referéndum revocatorio presidencial, o su renuncia; y por la alineación con Estados Unidos y China de la agenda para salir de la crisis, creando las condiciones para el crecimiento económico y el funcionamiento de las fuerzas del mercado.
Las probabilidades de que un escenario u otro se dé dependerá de cómo los actores actúen ante los riesgos que presentan cada escenario para su ejecución.
En correr la arruga, la MUD debe cerrar de una vez por todas el ciclo del diálogo Zapatero-Samper, al no haber resultados tangibles de "la tragedia que vive el país" después de tres meses -más bien se ha profundizado. Y, en el escenario se acabo el pan de piquito, Maduro tiene que debilitar a la MUD como una opción competente para gobernar el país, por lo que buscaría dividirlos en torno al diálogo Zapatero-Samper, y así mostrar que no hay una Unidad real entre las fuerzas que la integran.
Por ahora cada uno avanza para alcanzar la meta. Maduro en su rumbo autista y la MUD entrampada en el diálogo de Zapatero.