Las palabras son acción y es una de las armas que Nicolás Maduro utiliza para apuntar a los estudiantes llamándolos "fascistas". Van seis semanas de protestas estudiantiles en las distintas ciudades de Venezuela.
Observando cómo los estudiante utilizan la tecnología social, permite saber que estamos frente a un movimiento integrador de soluciones que la nomenclatura del gobierno de Maduro y el liderazgo de la Mesa de la Unidad (MUD) les cuesta descifrar.
La toma por parte de casi mil policías y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de la Plaza Francia –emblemática de los estudiantes- de Altamira en Chacao (Caracas) la madrugada del lunes 17 de marzo -por instrucciones de Maduro- y la respuesta de los vecinos –personas de todas las edades- durante la noche al retomarla, indican que el movimiento estudiantil ha estado desarrollando un liderazgo distinto al de comando y control característico del gobierno autoritario de Maduro y al de consenso empleado por MUD.
El movimiento estudiantil hoy está trabajando más en colaboración que nunca, no sólo dentro de las universidades y liceos, sino también con los distintos actores de la sociedad. Los equipos virtuales en las distintas partes del país y del mundo son la norma, no la excepción. Twitter, Facebook, YouTube, Skype, Google +, mensajería en tiempo real de WhatsApp y BlackBerry -tecnologías de conectividad- han permitido nuevas formas de colaboración para alcanzar el objetivo y las metas de la protesta estudiantil.
El gobierno de Maduro y la mayoría de los lideres de la MUD requieren de un nuevo libro con diferentes jugadas estratégicas para leer este entorno hiperconectado.
El régimen autoritario de Maduro con un liderazgo de "comando y control" presenta dificultades para adaptarse a esta nueva realidad. Asimismo, los dirigentes de la MUD que con el consenso muestran los conflictos a la hora de la toma de decisiones y la ejecución de las acciones. Construir el estilo de liderazgo adecuado para la nueva era digital requiere de nuevas destrezas.
De acuerdo a la evidencia, el liderazgo colaborador presenta habilidades en cuatro áreas a saber: el rol de conector, incorporar gente con talento diverso, modelar la colaboración en el equipo guía, y mostrar determinación para mantener a los equipos focalizados.
Un elemento adicional en esta nueva era digital es la satisfacción inmediata, cuando se trata de alcanzar las metas individuales. En un estudio de la ONU a nivel mundial (My World) determina que los individuos, hoy, están más satisfechos con gobiernos con buenos resultados en las áreas: gestión económica, crecimiento económico duradero, empleo, salud, educación, y con una distribución más equitativa de los bienes y servicios. La corrupción es un factor importante, ya que tiene un gran impacto en el resultado final del desempeño general de la Administración.
El estudio de la ONU en la que participaron más 1,4 millones de personas en 194 países encuentra que "un gobierno transparente y solidario" se ubicó por detrás de las áreas como educación, salud, y empleo. Además, presenta el hallazgo de que la gente al final considera el valor de las "libertades políticas" y la democracia en una relación pragmática, si el gobierno ofrece con éxito los productos y servicios que se esperan.
Es decir, el ciudadano promedio en los 194 países está ocupado en primer lugar por su capacitación, su salud y el trabajo, para luego enfrentar la corrupción del gobierno, la obtención de la comida y la inseguridad. No muy diferente a lo que Frank Bajak de Associated Press reseña este miércoles sobre los sectores pobres en Venezuela que "en términos generales, se preocupan más por (..) sus pensiones, sus subsidios y los servicios gratuitos de educación y salud que consiguieron con Chávez".
Por lo tanto, ante esta situación el líder colaborador en el rol de conector muestra la capacidad para vincular a las personas, ideas y recursos que normalmente no se encontrarían entre sí. Es el caso de Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma, Daniel Ceballos entre otros, quienes son facilitadores críticos ejerciendo este rol. Pasan gran parte de su tiempo recorriendo el país y su municipios para reunirse con los estudiantes, y los diferentes factores de poder en las regiones. Escuchan activamente cómo el pueblo se siente sobre cuestiones como la escasez de bienes y servicios, la influencia del gobierno cubano en la gestión diaria del país, el desempeño de las misiones, y el endeudamiento con los chinos a cambio de petróleo y cómo todo esto afectará a las generaciones futuras. Estas conversaciones llevan a nuevas ideas estratégicas y relaciones que permiten desarrollar alianzas externas críticas.
En la segunda habilidad "incorporar gente con talento diverso", el movimiento estudiantil a través de las asambleas de vecinos desarrolla esta capacidad al reunir a personas de diferentes orígenes, disciplinas, culturas y generaciones y aprovecha todo lo que tienen que ofrecer, por lo tanto, es una necesidad para los estudiantes porque la probabilidad de resolver el conflicto es también mayor. El conflicto es bueno per se, siempre y cuando sea constructivo y conduzca a la mejor idea como solución.
No es suficiente ser un "buen conector" detectando oportunidades y atraer a los mejores talentos al movimiento estudiantil. También deben marcar la pauta al ser en sí mismos buenos colaboradores. Con demasiada frecuencia, los esfuerzos para colaborar en la protesta estudiantil son saboteados por los juegos políticos y las luchas territoriales en la MUD. Sin darse cuenta que hoy, las protestas incluyen las historias de vida de cada manifestante, con sus familias; son más amplia y completa porque involucran los diferentes roles del ser humano.
La meta de tomar el poder por la vía constitucional propone objetivos de desempeño y aprendizaje. Los de desempeño permiten crear un ambiente en la que la motivación es demostrar a los demás -estudiantes- la audacia, inteligencia y liderazgo. Mientras que los de aprendizaje facilitan desarrollar las capacidades de los jóvenes y a los lideres explorar y aprender la nueva realidad de la era digital.
Una vez que los distintos sectores y las fuerza vivas de la sociedad continúen colaborando con el movimiento estudiantil, se enfrentan a una situación como es querer usar la colaboración en todo, haciendo interminables las reuniones al tratar de llegar a un consenso. Lo que limita la toma de decisiones y la ejecución de las acciones. En ese momento la colaboración deja de ser el aceite que engrasa los mecanismos para fluir y se convierte en una maquina trituradora.
De allí que el movimiento estudiantil conjuntamente con los lideres establecen los criterios que permiten arribar a acuerdos y los roles y responsabilidades claros, de manera que en el momento apropiado alguien pueda poner fin a la discusión y hacer el llamado final para cerrar el punto.
La nueva era digital ha vuelto la protesta mucho más interconectada y si gran parte de la MUD no sabe cómo interactuar con estas conexiones serán dejados atrás en los próximos eventos electorales.
El sector estudiantil tiene la capacidad de aprovechar las ideas, las personas y los recursos provenientes de los distintos sectores sociales. Esto requiere continuar reinventando sus ingeniosas estrategias, a la vez que fortalecer las conexiones dentro y fuera de su movimiento, para obtener que los distintos actores trabajen de manera eficaz. Asimismo deben saber cuándo ejercer su influencia para hacer avanzar la protesta y cuando detenerla por ser improductiva.
Las diferencias en convicciones, valores culturales y normas de funcionamiento se suman a lo complejo que son los esfuerzos para la colaboración. Sin embargo, contribuyen a que éstos sean más enriquecedores, más innovadores y más valiosos. Conseguir la colaboración está en el corazón de la protesta del movimiento estudiantil, con su liderazgo colaborador.