El Dr. Ellis advierte que "El régimen [de Maduro]" (…) "entró en un circulo vicioso político-económico del cuál no logra salir, quedando atrapado en una espiral de la muerte". Señala que "durante los 16 años de socialismo bolivariano, las políticas anti-negocios, entre las que se encuentran: las expropiaciones, los controles de precios y de divisas, la corrupción gubernamental, y el incremento del crimen, han destruido prácticamente toda la actividad productiva en el país".
El Dr. Ellis describe como la empresa que mueve la economía venezolana, PDVSA, fue utilizada como vehículo para desarrollar los programas sociales (misiones) y apalancamiento geopolítico en la Región (Petrocaribe – Alba). Por otro lado, las investigaciones del FINCEN, Departamento del Tesoro de Estados Unidos, señalan que la estatal ha sido, también, usada para lavar capitales procedentes de la corrupción y actividades iliciticas. Otro aspecto importante de la debacle de Venezuela es el endeudamiento de PDVSA. Desde el 2007, la estatal petrolera es el colateral con la producción de crudos y/o productos de la deuda con China ($56 mil millones), y ha emitido bonos por un valor de $33.400 millones.
El Dr. Ellis señala que todas estas prácticas han llevado al gobierno de Maduro a quedarse sin dólares. La premisa que sustentó el modelo robo-lucionario, un precio del barril de petróleo en $100, terminaría en junio del año pasado. El ciclo de precios altos 2003-2014 concluiría, dejando con muy pocos dólares la acción del gobierno.
El impacto de la caída de la producción nacional y la no disponibilidad de dólares se han hecho cada vez más evidente. Según fuentes bien informadas, los inventarios de alimentos alcanzarán hasta septiembre y el arroz hasta finales de julio. Para resolver la crisis del arroz el gobierno de Maduro le ha solicitado a Cristina Kirchner, presidenta de Argentina, que cancele la deuda que mantiene con PDVSA, por el envío de productos refinados de petróleo ($98 millones), con barcos de arroz.
El profesor Ellis afirma que "en regímenes con niveles mínimos de democracia, un gobierno que exhibe un nivel tan fuerte de corrupción y una gran incompetencia en la gestión de la economía y en la creación de bienestar a la nación, sería reemplazado inmediatamente por la vía electoral. Si ese gobierno coloca en riesgo al pueblo y la estabilidad del sistema democrático, los militares, como garantes del orden democrático y la constitución, intervendrían para salvar al país. Es impresionante que en Venezuela, ninguno de estos mecanismos correctivos surjan a tiempo para evitar la tragedia".
Y, agrega que "para complicar aún más la situación, la oposición venezolana está socavada por visiones distintas. Sobre si simplemente enfrenta a un gobierno corrupto y atrincherado en el poder en un campo de juego desigual. O, si el gobierno es autoritario, y no puede ser enfrentado a través de un proceso electoral".
Sostiene, que la amenaza que representa Venezuela para Estados Unidos surge de la confluencia de cuatro factores:
la incapacidad política para resolver la crisis por si sola, o con la facilitación de los vecinos;
la destrucción de las cadenas de suministros de alimentos y de la capacidad de producción de bienes, creando una crisis humanitaria;
la ubicación geográfica estratégica para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa, aliviadero a grupos de la FARC y ELN y las grandes reservas de crudo que se extienden a Guyana y Trinidad y Tobago; y
el rol de Venezuela como punto de entrada en la región para múltiples actores extra-hemisféricos con diferentes intereses estratégicos, en conflicto con los Estados Unidos, como son China, Rusia e Irán.
El profesor Ellis sugiere varias acciones para que la Administración de Obama pueda navegar la crisis venezolana. Por cierto, que no incluye la intervención militar. Propone más bien el trabajo con los socios y las instituciones regionales para prepararse y mitigar las consecuencias de la implosión.
Y, concluye que "el colapso de Venezuela es una tragedia para el pueblo venezolano, los vecinos de Venezuela, y para todos los países de la región. Sin embargo, para los Estados Unidos es una oportunidad para fortalecer su rol en la defensa de la democracia, la estabilidad y el desarrollo del hemisferio. Si los Estados Unidos actúan con prudencia y generosidad en la crisis actual, podrá demostrar los lazos comerciales, geográficos e identidad cultural que les unen a la región".
El gobierno de Maduro entró en la espiral de la muerte.