El equipo cubano asesor de Nicolás Maduro está construyendo una nueva maquinaria política y coalición clientelar para continuar amarando el poder en Venezuela después del pseudo-triunfo el pasado 14 de abril.
Mientras que factores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se encuentran en una situación de defensa ante las iniciativas del gobierno de Maduro y sus asesores de acusarlos de corruptos, homosexuales, legitimadores de capitales, golpistas, perversos y sibaritas entre otros, el país continúa viviendo la situación política, jurídico, social y económica más grave desde que Chávez ascendió a la presidencia en 1998.
La estrategia para afianzarse en el poder estos 14 años ha sido diseñada a los largo del tiempo con un libreto electoral común que se adapta a las circunstancias del momento que atraviesa el país.
Al inicio, durante la campaña electoral de 1997-98, la atención fue colocada en los partidos políticos que habían creado y desarrollado el Estado democrático desde 1959 a 1998, señalándolos de corruptos y causantes de todos "los males" que sufría la sociedad venezolana.
Construyeron una narrativa que contraponían a la democracia representativa de las minorías por la democracia participativa , creando la ilusión de una realidad donde las decisiones eran tomadas por las mayorías.
Así fueron tejiendo los hilos del poder; desde tener una constitución (1999) a la medida del poder ejecutivo – la mejor carta magna del mundo - hasta lograr amarrar todos los podes públicos del estado. Ha sido un ejercicio de catorce años de poder absoluto presidencial con características autoritarias que ha estado legitimado por elecciones anuales (1998 -2000 y 2004-12), para decir a los cuatros vientos que el ejercicio del poder incluye las mayorías.
La inclusión de estas mayorías, los grandes sectores débiles de la sociedad – 70% de la población-, es realizada por misiones de cubanos que se desempeñan como médicos, enfermeras, entrenadores cuya tarea es ser facilitadores de la "revolución" y servir como controladores sociales del pueblo. Es una práctica común en Cuba, que permite conocer las relaciones de influencia y de reunión entre los habitantes de la comunidad. Forma parte de la estrategia de sometimiento silenciosa que compra adeptos al intercambiar las necesidades básicas del individuo por el subsidio o ayuda del Estado. Así se van creando mecanismos de dominación de la población y alineación del propio potencial humano.
Los individuos cada vez se realizan menos como ciudadanos y quedan reducidos al papel de electores. La conciencia crítica se entumece, y el resultado es una masa de personas incapaces de expresar sus capacidades de disentimiento. El miedo es la emoción que prevalece en la relación de dependencia con el poder.
Ante ésta situación la Administración de Maduro requiere de la legitimidad de origen para ejercer a plenitud el poder ejecutivo y por lo tanto el 8 de diciembre es determinante para sus aspiraciones.
Apelan al libreto electoral que incluyen la movilización y despliegue (versión nueve), así como los elementos típicos del protocolo usado hasta abril 2013 en el cual describen las acciones estratégicas en la precampaña (25 agosto – 15 noviembre) y en la campaña electoral (16 noviembre – 5 diciembre).
Dentro las actividades de la precampaña electoral se encuentran:
Enmarcar a Henrique Capriles, jefe de campaña de los candidatos de la MUD a Acaldes y Concejales, como un hombre corrupto, burgués, golpista, falto de hombría e incapaz de gobernar el estado Miranda para que el mensaje de esperanza, progreso, libertad, justicia, e igualdad que representa sea minado en la conciencia colectiva del pueblo y así mantener el "entusiasmo" electoral hacia los candidatos de Maduro para las Alcaldías y Concejos Municipales,
Realizar reuniones para evaluar y ajustar las fortalezas y debilidades presentadas en la votación del 14 de abril,
Elaborar el cronograma general de movilización y despliegue con las macro-actividades de la campaña electoral que se inicia el 16 de noviembre y finaliza el 5 de diciembre que describe las visitas guiadas de los candidatos, día por día, sector por sector y las comunidades donde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene la mayor influencia (el factor miedo es alto); así mismo las actividades de movilización y agitación sin presencia de los candidatos en las plazas públicas, y /o puntos de concentración (puntos rojos) en las parroquias, así como las mini caravanas, concentraciones, actos de apoyo, actividades culturales entre otros. También incluyen la participación de los diversos sectores sociales como la juventud, mujeres, trabajadores, profesionales, técnicos y frentes revolucionarios,
Levantar el inventario de la logística, material existente y reusable en todos los niveles de la estructura desde teléfonos móviles, toldos, mesas, sillas, equipo de sonido, tarimas, carros, motos, camiones, camionetas, 4x4, y
en la campaña electoral de 20 días las acciones incluyen:
Es la receta electoral del autoritarismo competitivo. Adicionalmente están los elementos de tecnología que permiten controlar la votación ese día, como el sistema de información Roque 2. Igualmente, el manejo de los votos en los centros electorales con 1, 2 y 3 mesas electorales que no requieren la auditoria ciudadana.
El 8D Maduro y los asesores cubanos se juegan la viabilidad política del autoritarismo competitivo madurista. Sin embargo, cuando la fuerza creativa surge de los corazones de un pueblo no hay miedo ni control que valga.