El gobierno de Maduro se debate entre seguir aplicando la política económica de los últimos 10 años basada en los principios de la teoría económica marxista-leninista (Jorge Giordani-Hugo Chávez) o continuar con el modelo económico donde "no importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato" (Nelson Merentes).
Durante el período 2003-13 la política económica del Estado –Giordani- se ha fundamentado en el control de los medios de producción en los sectores agrícola, agroindustrial, cementera, telecomunicaciones, petrolero y eléctrico; en los precios de los productos y servicios; en las divisas; y en el empleo –inamovilidad laboral-.
Ahora bien, según la economía marxista la transferencia del modo de producción capitalista al socialista, al comunal, y a la sociedad sin clases es inevitable, de acuerdo con la dialéctica histórica; por lo tanto el estado venezolano se propuso que en los primeros años de la "revolución" debía controlar la producción y distribución de los bienes y servicios esenciales como un mecanismo para garantizar el abastecimiento y los precios justos al consumidor.
El control estatal de las divisas y el precio de la mercancías ha afectado la actividad productiva de las empresas, dificultándoles y encareciéndoles la adquisición de materias primas e insumos fuera de Venezuela; así como ha limitado a las compañías trasnacionales -con actividad económica en el país- la repatriación de las utilidades y capitales. Como consecuencia, para el período 2003-13, la variación mensual acumulada promedio de la producción de las empresas integradas en el sector industrial de la economía como la manufactura, la minería y los servicios públicos es nula. (Gráfico 1)
Gráfico 1
Otro factor que influye en la baja producción industrial es el control estatal de la propiedad de los medios de producción. Para el período 2002-12 el gobierno ha expropiado 1.168 empresas en todos los sectores de la economía. (Gráfico 2)
Gráfico 2
Por lo tanto, el Estado a través del gobierno central se convierte en el proveedor de los bienes y servicios con el único fin: el control social de la producción y excluye de la racionalidad económica la eficiencia operacional de las empresas y la del mercado.
Como consecuencia, la economía profundiza el modelo rentista y depende para generar divisas en su totalidad de una sola mercancía exportable: el petróleo que pasa a ser el único bien transable de la economía y del total de las exportaciones salta de 80,9 por ciento en 2003 a 96,2 por ciento en 2012. (Gráfico 3)
Gráfico 3
Paradójicamente, para el período 2005-07, la contribución de la actividad petrolera en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) Total es recesiva a pesar del incremento en el precio de la cesta venezolana y desde el 2010 hasta el primer trimestre del 2013 el crecimiento es mínimo, con altos precios del petróleo. Por lo tanto, durante el periodo 2005-13 el sector petrolero no logra crecer significativamente. (Gráfico 4)
Gráfico 4
Mientras tanto, el Banco Central de Venezuela (BCV), Merentes, implementa una política monetaria que genera una expansión en la liquidez monetaria (M2) de 70.796 millones bolívares fuertes en el 2005 a 909.916 millones bolívares fuertes en septiembre 2013; logrando un incremento en la base monetaria de 1.285 por ciento. Lo que ha restringido la capacidad de autonomía de la gestión económica y por lo cual, el mercado se ha convertido en auditor de la política económica.
Para crear confianza por parte de los agentes económicos en el bolívar fuerte y en el sector financiero interno, el grado de monetización de la economía se profundiza, alcanzando un 52,1 por ciento en el 2012 y para este año se estima que cerrará en 55,9 por ciento. (Gráfico 5)
Gráfico 5
Esta ha sido la vía como el BCV financia el déficit del sector público desde el 2005; una política monetaria que ha generando un incremento en el índice de precios al consumidor, es decir, inflación que los autores describen como el ladrón nocturno. (Gráfico 6)
Gráfico 6
En un acto para controlar la inflación el gobierno promulga la ley de Costos y Precios Justos (2011). Sin embargo, los precios son el termóstato de la economía. De acuerdo a Milton Friedman lograr manejar la inflación con leyes, es como si un horno se recalienta y para seguir operándolo se le quitan o puentean las termocuplas. Por lo tanto, la nueva ley no ataca la situación de fondo que es la excesiva expansión monetaria y la demanda de divisas (dólares).
En cuanto al manejo de las divisas generadas por el ingreso petrolero el ejecutivo crea en el 2005 el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) para tener acceso directo a divisas sin pasar por el BCV; logrando disponer de 101.851 millones de dólares para el periodo 2005-12. Así mismo, establece el Fondo Chino –dólares a cambio de producción futura de crudo/productos- y maneja recursos por 40.000 millones de dólares (2008-12). Adicionalmente, el BCV establece un mínimo de reservas internacionales (2010) para garantizar la balanza de pago y los compromisos internacionales (importaciones). (Gráfico 7)
Gráfico 7
La política fiscal para el periodo 2005-13 le mete la mano –no invisible- en los bolsillos al BCV y a PDVSA para conseguir las divisas que demanda el poder ejecutivo, quien lo administra a su discreción sin el control previo del poder legislativo.
Venezuela se encuentra actualmente en condiciones económicas similares a las de 1998, que produjeron un cambio político en el país. Este fue un periodo marcado por las políticas neoliberales, cuando el Fondo Monetario de Inversiones (FMI) jugaba un rol determinante en el desarrollo de las naciones. (Tabla 1)
Tabla 1
Después de diez años de políticas que apuntan a un modelo de desarrollo que controla la propiedad de las industrias en los distintos sectores de la economía y el control de precios y costos de las mercancías han generado una parálisis del aparato productivo, por lo que la escasez de bienes y servicios se acentúa cada vez más.
Así mismo, apalancar el desarrollo social con el continuo incremento de la base monetaria (1.285%) ha forjado una inflación de la más alta del mundo (45.5%) que combinado con la profundización del modelo rentista petrolero (96.2%) – un sector gerenciado no por el valor económico agregado a la economía sino por la razón política y social-, colocan el país este año o el próximo con una mayor probabilidad de default (caída de reservas internacionales, aumento de endeudamiento interno y cercanía de pagos de deuda externa con dificultades para refinanciación).
Por lo tanto, las políticas económicas de Giordani-Chávez y las de Merentes han conducido al país a una crisis económico-social como la que dio origen al régimen político que ha gobernado en los últimos 14 años; con un agravante… la ruptura del tejido social venezolano.