Después de las elecciones del pasado 8 de diciembre, el gobierno de Nicolás Maduro ha desarrollado una narrativa -todos los medios de comunicación- que le permite sembrar en el inconsciente colectivo venezolano la idea de una "gran mayoría" para consolidar su capital político. Requisito necesario para realizar los ajustes sobre los desequilibrios provocados por las políticas establecidas desde el 2003 para la implantación del modelo del Socialismo del Siglo XXI.
El vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez, ha delineado las dos grandes medidas correctivas que implementará la Administración en lo que resta del año y el próximo, para tratar de reducir el déficit fiscal (≅15% PIB - 2013) en el 2014.
Una de las medidas es el ajuste cambiario. A nivel de Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) la devaluación del bolívar sería de 6,30 a un valor entre 11,30 - 12,30, equivalente a una depreciación de 90-100 por ciento. Este dólar regirá para los sectores prioritarios como alimentos y salud. La otra tasa de cambio se ubicaría entre 18 a 20 bolívares por el mecanismo de la subasta de los bonos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a través del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), y "será la referencia para la adquisición de oro por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), la compra de dólares a turistas extranjeros y las inversiones en el sector de hidrocarburos". Y el tercer mecanismo de devaluación sería seguir reciclando entre $ 800-1.200 millones al mes los bonos PDVSA en el mercado negro o paralelo (46% depreciación mensual).
Así mismo, la segunda medida para reducir el déficit es el incremento en tres mil seiscientos veces el precio de venta al público de la gasolina y el diesel, es decir, el precio actual de 0.07 - 0.09 bolívares el litro se vendería en 2,70 bolívares el litro. Este aumento representaría un ingreso equivalente al 4% del PIB.
Estas dos medidas correctivas constituyen la premisa fundamental para determinar el desempeño de los indicadores económicos en el 2014 (Gráfico 1) y para establecer el rendimiento final de los distintos indicadores en el 2013 se realizó el ejercicio: mejor visión fin de año (MVFA). (Tabla 1)
Tabla No. 1
Gráfico No. 1
En el 2014, el gobierno continuaría financiándose a través de la emisión de dinero creando una expansión monetaria de 30%, en una economía con una tasa de crecimiento del PIB alrededor de 1%.
Igualmente el comportamiento de las reservas internacionales estarían alrededor del nivel a partir del cual se definieron las "reservas excedentarias". Para la cobertura de importaciones iniciaría en su punto más bajo de los últimos catorce años. Considerando sólo las reservas operativas apenas alcanzarían para una semana. Sin embargo, los nuevos esquemas de inversión de capital en moneda extranjera a cambio de crudo y/o productos permitirían mejorar el cierre del 2013 (11-20%).
La caída de riesgo país y las dificultades en cuenta corriente conducirían a mantener un racionamiento de las divisas como lo señala la propuesta de Rafael Ramírez, "el gobierno podría funcionar con $30 mil millones para los sectores prioritarios de la economía nacional".
Se mantendría el financiamiento monetario a PDVSA por parte del Banco Central de Venezuela y el correspondiente crecimiento de la liquidez, en un contexto de crecimiento 1% colocaría la inflación en una banda de 25-30%.
El control de precios a través del establecimiento de los márgenes de utilidad en el 2013 acentuarían la escasez de los productos. Sin embargo, el gobierno intentaría satisfacer la demanda de línea blanca, marrón, automotriz, etc. con productos suministrados por China.
La producción de PDVSA continuaría declinando por la falta de inversión para mantener el potencial de producción. Esta disminución afectaría la exportaciones a EE.UU. con un suministro promedio de 620 mil barriles por día (mbpd).
El 2014 será el año que Venezuela importaría más de 100 mil barriles de productos diarios desde EE UU.
El precio de la cesta de crudo venezolana se ubicaría entre un 5 a 10% por debajo del nivel actual ($95 –90 barril).
Si el gobierno de Maduro demora las medidas correctivas para cerrar el déficit fiscal (8-10%) someterá la economía a más desequilibrios macroeconómicos que serán insostenibles, y materialmente a un mayor riesgo de un colapso económico y financiero.
Por su puesto, el paquete económico presentará un desafío tanto para el gobierno como para la oposición. La agenda política determinará el éxito de su implantación.
La oposición correría el riesgo de hundirse en la irrelevancia a menos que pueda convertirse en un movimiento de resistencia y tomar la iniciativa social articulando la acción política con la lucha social reivindicativa.
La incertidumbre es si los venezolanos mansamente aceptarán un fuerte descenso en los niveles de vida, y, si no, cuándo y cómo podrán expresar su ira.