Han transcurrido 10 días desde que el régimen de Maduro en Venezuela se convirtió en una minoría, al obtener la Oposición las dos terceras partes de la Asamblea Nacional.
La actitud autoritaria del régimen lo condiciona a no aceptar la situación de los resultados electorales. Decidió ignorar y negar la derrota. Culpó a "la guerra económica" de ser la causa fundamental del gran fracaso. Hasta llegó a racionalizar que algo pasó con el "mejor sistema electoral del mundo". Pidió al "poder electoral (...) revisar la manipulación de los votos" [Jorge Rodríguez]. Opuso resistencia e instaló el Parlamento Comunal [Diosdado Cabello]. Así como propuso promulgar la "Ley sobre los Consejos Presidenciales" [Nicolás Maduro].
Lo que intenta es esconder que el modelo político-económico-social del socialismo del siglo XXI ha fracasado.
Maduro y sus acólitos han entrado en un ciclo de victima (auto-victimización psicológica). Cree que "el departamento de defensa de los Estados Unidos" estableció "un centro de desinformación mundial (...) en contra de Venezuela" [José Vicente Rangel].
La pérdida electoral ha sido la respuesta de una sociedad agotada, por la implantación durante 15 años de políticas contrarias al crecimiento económico y al mejoramiento de la calidad vida en los últimos tres años.
Ya en octubre pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) perfilaba para Venezuela durante este año una "dramática" perspectiva económica. Una recesión del 10 % y una inflación acumulada del 160 % -que el Profesor Steve Hanke la ubica en 376%. Y, para el próximo año, 2016, las proyecciones del FMI fueron igualmente "dramáticas". Una contracción económica del 6 % y una inflación que se disparará hasta el 200 %.
Por otro lado, en el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), "Estimaciones de las Tendencias Comerciales América Latina y el Caribe 2016", Venezuela, de las 24 economías estudiadas, registra la mayor caída en las exportaciones totales en 2015 respecto a 2014. Se redujo casi a la mitad. Principalmente por la caída de los precios del petróleo.
Resulta que el motor sobre el cual ha descansado todo este tiempo el socialismo del siglo XXI, la industria petrolera, está entrando en un modo de falla.
Este año, la producción promedio año ha caído un 20%. Venezuela pasó de producir 2,321 millones de barriles-día en enero (fuente secundaria de la OPEP) a 1,899 millones de barriles-día en diciembre (estimación Inter American Trends).
El gobierno de Maduro para resolver esta caída de producción de crudo ha hecho el ajuste a través de la reducción de la oferta en el mercado interno, colocando entre 320 – 370 mil barriles-día.
Maduro adopta el mismo criterio que empleó ante el déficit de divisas, recortar las importaciones de bienes y servicios para cumplir con el pago de los intereses y capital de la deuda soberana.
La caída de los precios del petróleo en casi la mitad con respecto al 2014, ha obligado a la Administración de Maduro ha colocar el 88% de los volúmenes de exportación de crudo en los mercados de Estados Unidos, China e India. Las entregas a Cuba y Petrocaribe se redujeron significativamente, con 37 mil barriles-día y 13 mil barriles-día promedio año, respectivamente. Argentina y Uruguay han tenido que reemplazar el suministro venezolano por crudos de Nigeria y Angola.
Ante la falta divisas para satisfacer los requerimientos de las importaciones de bienes y servicios, Petróleos de Venezuela (PDVSA) está dirigiendo los cargamentos a India, Estados Unidos, Suecia y Curazao para incrementar las ventas en efectivo.
En el caso de China, PDVSA está entregando a la China National Oil Corporation 253 mil barriles de crudo promedio-día para el pago de la deuda del Fondo Chino. Así mismo, el petróleo que coloca en el terminal de Hovensa en las Islas Vírgenes de Estados Unidos (430 mil barriles-día).
Según la EIA, Venezuela exporta a Estados Unidos 788 mil barriles-día promedio año.
Un precio del petróleo venezolano de $37 por barril para el 2016, restringirá aun más la disponibilidad de dólares para las importaciones y el pago de la deuda soberana el próximo año.
Los ingresos por las exportaciones de crudo en el 2016 se reducirán en 26% con respecto este año. Lo que limitará la venta de dólares de PDVSA al Banco Central de Venezuela (BCV). Para evitar un flujo de caja negativo en divisas, PDVSA tendrá que vender $580 millones promedio mes al BCV.
Si con un barril hasta ahora de $45 promedio año, las crisis económica llega al clímax en diciembre con una escasez, nivel 0, en 36 de 48 productos, en los siguientes meses de enero y febrero se agudizará. Porque el gobierno de Maduro deberá pagar en marzo la deuda soberana 2016. Para ello, tendrá que hacer uso del oro monetario depositado en el BCV, y así, satisfacer a los tenedores de bonos soberanos -Wall Street, Banca Nacional y grandes personajes de la nomenclatura, de lo contrario enfrentará el escenario de default, poco probable.
La tozudez con la que Maduro ha manejado la economía del país ha sido fundamental en su derrota electoral el pasado 6D. Continuar siendo la victima lo llevará a otras derrotas que conducirán a su salida. Para evitarla deberá reconocer y asumir la nueva Asamblea Nacional como la expresión de la voz del pueblo. Así, aprender que debe negociar con la gran mayoría la solución de la crisis económica-social, para poder reinventarse.