Hace una semana los venezolanos que viven en el eje norte central del país hicieron largas colas para cargar gasolina a los tanques de sus vehículos automotores. Una situación que no ocurría desde la época del paro petrolero en el 2003. Sin embargo, en esta oportunidad las causas de la escasez de combustible son intrínsecas a la empresa estatal petrolera venezolana, PDVSA.
El deterioro progresivo de su capacidad funcional ha llevado a PDVSA a importar productos refinados para satisfacer la demanda interna. Hoy las refinerías venezolanas se encuentran operando en un 45% de su capacidad instalada, de 1,3 millones de barriles por día. La fabricación de gasolina alcanza un poco más de 200 mil barriles día, y la demanda del parque automotor es de 320 mil barriles por día. Es decir, el mercado de la gasolina automotor en Venezuela presenta un déficit de más de 100 mil barriles día.
Sucede que "aguas arriba" hay una caída de la producción petrolera que afecta la disponibilidad del suministro de petróleo a los distintos clientes, y las refinerías nacionales no están a la altura de esta situación.
Y es que el 96% del total de los ingresos de divisas en Venezuela dependen de la exportación de petróleo y PDVSA tiene grandes compromisos de pagos de dólares por su deuda financiera -especialmente este año-; además, debe cancelar con cargamentos de petróleo y/o productos el préstamo al Banco de desarrollo de China (Fondo Chino) y los aportes de capital de los socios minoritarios en las empresas mixtas, resulta que PDVSA dispone de volúmenes de crudo menores para alimentar sus refinerías, sobre todo cuando el negocio de la gasolina genera grandes pérdidas a la estatal petrolera.
Al evaluar la caída de la actividad de taladros con el comportamiento de la producción de petróleo se observa una correlación positiva de 0.951 para el período 2010 – febrero 2017. Y para los años, 2015, 2016 y lo que va de 2017, el índice indica una dependencia total entre la perforación y el mantenimiento de pozos petroleros, y la caída de la producción de crudo.
Con este escenario de producción, los volúmenes de petróleo disponibles para el mercado interno son reducidos. Según los estados financieros de PDVSA de 2015, la estatal petrolera reconoce que "destinó 580 mil barriles por día..." una reducción de 10% con respecto al año anterior. En el mismo informe se establece que ese año fueron entregados a la China National Oil Company 579 mil barriles por día. De acuerdo a la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), Venezuela exportó a las refinerías norteamericanas 827 mil barriles por día en 2015.
Al evaluar el manejo que hace el gobierno de Nicolás Maduro de la producción de petróleo se observa que el mercado interno es al que se le recorta el suministro. Pasó de 686 mil barriles por día en 2013 a 580 mil barriles por día en 2015. Una reducción de 100 mil barriles por día en dos años.
En el mercado norteamericano, que paga en efectivo, se colocan un promedio anual de 800 mil barriles por día, aunque este año esa cuota se redujo en 700 mil barriles por día.
Con China, se enviaron los mayores volúmenes de crudo en el 2015 debido a la caída del precio de la cesta venezolana. Sin embargo, en 2016 la producción entregada fue menor debido al precio referencia de petróleo del préstamo chino que estaba por debajo de $40, el barril venezolano. Y PDVSA logró un arreglo comercial para cancelar sólo el interés del crédito otorgado para el Fondo Chino.
India, un mercado que originalmente crecía, vio reducido los envíos de crudo el año pasado. Es otro cliente que paga en efectivo la compra de petróleo venezolano. Según Reuters, las refinerías en India recibirán este año 360 mil barriles por día.
Con estos números las cuentas de PDVSA para cumplir con los clientes no dan. Faltan los volúmenes financiados a los países de Petrocaribe que en este momento son cruciales en la aplicación de la Carta Democrática al gobierno de Maduro, sus votos en la OEA determinan la viabilidad política del PSUV para mantener el poder en Venezuela, además de los barriles sin efectivo de Cuba, que es la columna principal para sostener a Maduro en la presidencia.
Por lo que el gobierno de Maduro sacrificará el mercado interno, a costa de los venezolanos una vez más, para obtener:
el poco "cash" de EE.UU. e India con lo que puede comprar las bolsas CLAP y pagar el servicio de la deuda externa,
la posible renovación de los préstamos del Fondo Chino,
la asesoría de Cuba, y
el apoyo del Caribe en los organismos multilaterales.
Esta estrategia dará algo de oxígeno al gobierno de Maduro, hasta que PDVSA "tire la toalla" entre la caída de la producción, las deudas y la mala administración.